El que ríe último...

"La semana próxima la décimoprimera fecha nos lleva a Caseros a enfrentar a CEDEM. Estaremos avisando cómo hacer para ir a alentar al equipo que se está acostumbrando a ganar, aunque eso en algún punto pueda tornarse perjudicial..."

De esta forma el Básquet de Victoria daba cierre a la última nota publicada hace exactamente siete días. El texto llevaba a todos los visitantes, como es costumbre cada inicio de semana, el resúmen de los partidos jugados, en este caso, el triunfo de la Primera del Club en la décima fecha.

Este sería el último triunfo conseguido de una racha de diez consecutivos que terminarían este sábado frente a CEDEM. Triunfos que si bien fueron justos hicieron agrandar a un equipo que se creía invensible y desde este último encuentro queda claro que puede perder. Y es bueno saberlo.

Todo terminó entonces cuando el marcador final selló el 70 a 67 en contra con el que se iba el invicto. Se corría de algún modo "la cortina de humo" que no dejaban ver las deficiencias que se iban acrecentando partido a partido. Mucho fueron los resquicios por los cuales un equipo de mitad de tabla como CEDEM que posiblemente no llegue a nada en este torneo, pudo vulnerar con cierta facilidad ante la falta de reacción de Victoria.

No hay que quitar méritos tampoco a la buena labor de los locales quienes se tomaron la molestia de elaborar un cuidadoso estudio previo de cada uno de nuestros jugadores con ficha personal incluída, lo cual sumado a una noche inspirada de varios de los suyos y una concentración permanente como si jugaran realmente una verdadera final, pudieron obtener seguramente lo único que podrán festejar de acá al cierre del campeonato. Eso está claro.

Por ello es que Victoria a partir de acá tiene que replantearse ciertas cosas. Una de ellas es no dejar en el camino esta clase de puntos fáciles ya que el objetivo nuestro sí es el ascenso y más allá de eso, quedarse con el torneo.

Corregir los errores tácticos y físicos no serán tan importantes como enderezar nuevamente la actitud que se fue perdiendo con el correr de los juegos, erosionados tal y como lo venimos remarcando -mejor ejemplo que el cierre de la nota no hay- por la comodidad que da ganar siempre y a la costumbre que eso conlleva.

Está a la vista que el orgullo de nuestros muchachos fue alborotado y dificilmente se vuelvan a dar facilidades a como las del fin de semana. A equipos mediocres hay que pasarlos por arriba -como sucederá en la vuelta- y a los que hagan frente realmente con calidad, experiencia o algún otro argumento válido se les demostrará el porqué se hilvanaron diez partidos consecutivos y a quién le corresponde la punta de este torneo al cual aún le falta la mitad de su desarrollo pero del que todos saben quién reirá al final...