Cambio de imagen
Los Infantiles y Cadetes se hicieron sentir en el campo a base de un gran juego y mucha fuerza de voluntad para sacar adelante situaciones adversas. Si bien son los dos conjuntos más regulares de las Inferiores no venían jugando de la mejor manera y desde esta fecha todo parece indicar que internamente se han planteado continuar por la buena senda.
Si se trata de caminos victoriosos es precisamente el que intenta retomar la categoría Sub 22, quienes después de haber pasado avatares en cuanto a ausencias importantes por supensiones y juegos desprolijos por ansiedad se han propuesto arrancar todo de nuevo. El triunfo frente a Italiano así lo demuestra, pues la actitud y tranquilidad para cerrar el juego fueron las claves para traerse los puntos.
Pero en Victoria siempre hay algo que presta al debate y en esta oportunidad aquellos que la promueven son los Juveniles y su desempeño en cancha.
¿Qué les pasa? Volvieron a perder sobre el final, un partido que con mucho esfuerzo lograron extender a un segundo tiempo suplementario, y fue precisamente la prórroga la que desnudó la falencia de este equipo en la cual muchos concuerdan: el déficit está en el aspecto físico. La actitud de bajar los brazos antes de dejar la "lengua pegada al piso" del cansancio habla por sí sola, cabe buscar la causante, entre ellas, desgano, falta de amor propio, ausencia de orgullo, problemas musculares, etc. Cuál de todas será, no sabemos.
Los que los conocemos sabemos claramente que esta situación se va a revertir, pero también sabemos que no podemos dejar de decirlo porque sería hipócrita de nuestra parte el estar alentando por ellos como si nada pasara. Precisamente porque confiamos en sus condiciones y conocemos el espíritu de nuestros Juveniles (y Cadetes) quienes supieron años atrás jugar y ganar finales de campeonato es que estamos seguros de que la próxima vez veremos un gran cambio de imagen.
Tarde, pero seguro
El domingo por la noche pasaron varias cosas que nunca a nuestra Primera División le había pasado este año. Primero y principal, el equipo llegó una hora y cuarto más tarde. Sí, como lo leyó. El partido como todos los domingos estaba pautado para las 20 hs. y debido a un gran embotellamiento en la Autopista General Paz el juego se demoró ese tiempo. Sin embargo, gracias a la buena voluntad de la pareja de jueces, de jugadores y cuerpo técnico del Club Sportivo Haedo, apenas Victoria pisó terreno visitante comenzó el juego.
A raíz de esto -sin entrada en calor y ni siquiera cinco tiros al aro cada uno- nuestros jugadores sufrieron la peor primera mitad de la temporada, la cual terminaron perdiendo y en la que en el primer cuarto solo habían convertido siete puntos.
Siendo tan solo siete jugadores y sufriendo las consecuencias del viaje a los nuestros les costó demasiado levantar un partido que les fue desfavorable por más de 25 minutos, situación que se revirtió cuando Victoria supo tomar el control del juego a base de paciencia y tranquilidad, dos características que ni habían aparecido en cancha después del "tormentoso viaje".
De goleo bajo y muchas desprolijidades durante todo el partido nuestra Primera no la pasó bien desde el momento que salió del Club. Gracias a a calidad y oficio de Victoria el triunfo por 52 a 43 podría tomarse como un premio enorme al esfuerzo de un equipo que, de no ser por la caballerosidad deportiva del rival, podría haber perdido los puntos una hora antes de su arribo. Tarde... pero seguro